El cabildante, al pronunciarse en el recinto del concejo de la Capital, afirmó que muchas de las organizaciones sociales y sindicales desde comienzos de los años 90, predecían los efectos negativos sobre el sector agrario colombiano, producto de la apertura económica iniciada por el gobierno de César Gaviria y la firma de los tratados de libre comercio en los gobiernos de Pastrana y Uribe Vélez, que en su momento llevados por los cantos de sirena del modelo económico neoliberal anunciaba, con la apertura de los mercados, un estado de desarrollo del campo colombiano.

Hoy después de 23 años de iniciada esta debacle vemos las consecuencias de abrir nuestros mercados a la economía mundial sin preparar y proteger a los agricultores y campesinos, con subsidios y tecnología para competir con los países industrializados. Un país, como el nuestro, que ha tenido una vocación eminentemente agrícola, no puede dársele el tratamiento que le han dado los gobiernos de turno, principalmente el actual presidente Juan Manuel Santos, quien ha firmado tratados de libre comercio con Estados Unidos, Canadá, México, Unión Europea, Chile y Corea entre otros.

La situación del agro y del campesinado colombiano es cada vez más critica, por cuanto la inversión en tecnificación y subsidios a los agricultores han sido mínimos, por el contrario los costos de intermediación y transporte de los alimentos, productos de la canasta familiar se han encarecido en detrimento de los ingresos del campesinado y de los consumidores finales que somos todos los colombianos. En estas condiciones desfavorables deben competir los agricultores con los mercados internacionales.

Hoy vemos como la mayoría de los productos y alimentos que se comercializan son importados en desmedro de los productos colombianos. En esta ocasión y a propósito del paro campesino, Nieves Herrera convocó al gobierno de la ciudad de Bogotá, para que fortalezca y avance significativamente en la política de seguridad alimentaria, a partir de mejorar las relaciones con los cultivadores de alimentos de la región y facilitar el suministro y acceso de los mismos directamente del campo a las plazas de mercado de la capital evitando al máximo la costosa intermediación.

Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a la lucha de los campesinos de Colombia y exigimos del gobierno nacional una solución estructural a esta problemática a través de una reforma a la política agraria, que haga justicia a nuestros campesinos y se apropien los recursos en el presupuesto nacional para la tecnificación, refinanciación de créditos y subsidios a los productos colombianos y los agricultores. Invitamos y apoyamos la jornada convocada por las centrales obreras, organizaciones sociales y estudiantiles para el próximo jueves 29 de agosto en solidaridad con todos los sectores en conflicto.