Una vez más el concejal de Bogotá por el Polo Democrático Celio Nieves Herrera expresa su preocupación por la intención de la administración Peñalosa de favorecer los intereses de grandes negociantes de la construcción y del sector financiero. Valga la pena recordar los principales aportantes de su campaña, quienes serán los mayores beneficiados en los procesos de contratación y ejecución de las Obras previstas en el Plan de Desarrollo.

Según lo expresó la jefe de la cartera del IDU el Plan de Obras para Bogotá en el próximo cuatrienio, se encuentra desfinanciado en aproximadamente el 80% equivalente a más de 18 billones de pesos,  que se deben gestionar a través de Alianzas Publico Privadas, cupo de endeudamiento y vigencias futuras. En este sentido contratarían una Alianza pública privada para hacer el mantenimiento de la malla vial por 20 años, según lo aseguró la propia administración en entrevista con un medio de comunicación. “Como quien dice van a empeñar la casa para comprar los muebles”

Lo más grave del asunto, según el cabildante es que no contentos con pretender vender la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá a precio de huevo, ahora pretendan vender otros activos de la ciudad para garantizar las obras, sin tener ninguna certeza de su financiación, contratación y ejecución, dado que a la fecha no están asegurados los recursos y su construcción está en veremos.

Igualmente, llama la atención que en las metas que el IDU manifiesta va a cumplir en 2016, se incorporan obras que vienen en ejecución de la administración anterior tales como: El deprimido de la 94, la sirena calle 153, las siete redes ambientales seguras, obras estaciones de Toberín, calle 146 y Mazuren, entre otras, las cuales no corresponden a las ejecutorias de la administración Peñalosa.

Nieves Herrera, reitera que ésta administración va a dejar endeudada a la ciudad y comprometidos los ingresos corrientes a largo plazo a través de las vigencias futuras; pero seguramente no va a cumplir con las obras, solo va a dejar los negocios firmados. Lo cierto es que no hay un compromiso real con la construcción de la primera línea del Metro, se desconocen los estudios realizados para la construcción del metro subterráneo, desmonta la licitación de la troncal de la avenida Boyacá, elimina una importante alternativa de movilidad para la localidad de San Cristóbal como lo es el cable aéreo, reconfirmando que importan más otros intereses económicos que el avance de la ciudad y el bienestar de los bogotanos.