Al concluir el período como Presidente del Concejo de Bogotá, deseo agradecer el apoyo ofrecido en el último año a la labor adelantada, que tuvo como objetivo dar curso a temas de interés prioritario para los capitalinos.

Debo reconocer que fue un año de sobresaltos, debido a las denuncias sobre contratación estatal, pero en concordancia con este tipo de situaciones, el Concejo estuvo atento a escuchar todos los puntos de vista y permitir el debate constructivo. Durante todo el 2010, la Mesa Directiva del Cabildo Distrital enfatizó en los temas de convivencia y educación, en el entendido que se trata de dos conceptos que van a permitir a los bogotanos superar algunas dificultades.

En el Concejo capitalino todas las bancadas tuvieron las garantías para hacer su trabajo; hubo espacio para que los concejales y representantes de la comunidad, además de los gremios, manifestaran sus opiniones y de esta manera se construyeran espacios de diálogo permanente.

Al hacer parte de la coalición de gobierno, estuvimos atentos a ejercer la debida veeduría y a señalar lo que a nuestro juicio considerábamos debilidades que deben ser subsanadas, en aspectos como el espacio público, comunidades educativas, problemáticas ambientales, situaciones de inseguridad y movilidad, atención a minorías poblacionales, salud ciudadana, áreas comunes de urbanizaciones y estado de los escenarios deportivos de la ciudad.

Durante la Presidencia del Concejo dejamos una huella de trabajo honesto, serio y transparente, realizando debates de control político y aportándole a la ciudad acuerdos que benefician a todos los ciudadanos para convertirnos en una ciudad moderna, incluyente y polo de desarrollo para Colombia.

Un aspecto importante para tener en cuenta lo constituye el hecho de haber presentado iniciativas que resuelven de manera importante algunas problemáticas ciudadanas y coadyuvan en el desarrollo de la ciudad: señalización turística vial, rendición de cuentas, programas ecológicos y ambientales, observatorio de convivencia escolar, apoyo pedagógico a niños y niñas hospitalizados y acciones positivas en favor de personas en condición de discapacidad son hoy patrimonio de la ciudad a fin de adecuar los derechos en favor de grupos poblacionales y establecer criterios para una Bogotá incluyente.

Igualmente nuestra presidencia coincidió con el año 2010 del Bicentenario Nacional, fecha en la que nos correspondió el honor de abrir la Urna Centenaria cerrada por el Cabildo Distrital en el año 1910, coincidencia que nos brindó la oportunidad de cerrar la urna que deberá abrirse en el año 2110, como un legado a nuestras futuras generaciones sobre el conocimiento de nuestra forma de vida y actuar político en los inicios del siglo XXI.

Gracias a todos y todas!!!