En sesión plenaria realizada el día 30 de octubre, el Concejal Celio Nieves Herrera del Polo Democrático Alternativo, ratificó su apoyo a la construcción de la Primera Línea del Metro para Bogotá, pero igualmente, defiende las obras priorizadas para ser financiadas con el cupo de endeudamiento aprobado por el Concejo de Bogotá en 2013.

El cabildante argumentó su posición en el cumplimiento de los compromisos asumidos por parte del Gobierno Nacional dentro de la política integral de movilidad (CONPES 3677), teniendo en cuenta que la Primera Línea del Metro es el eje articulador del sistema y que la solución está constituida por los diferentes modos de transporte que se han proyectado para la ciudad, principalmente la Trocal de Transmilenio por la Avenida Boyacá.

Nieves Herrera afirmó, que en cuanto a la sobretasa a la gasolina, una de las fuentes de financiación previstas por el Gobierno Distrital, es importante tener en cuenta que durante 18 años solamente se han recaudado 3.5 billones de pesos por este concepto y que dichos recursos tienen una destinación específica para el mantenimiento de la malla vial de la ciudad, problemática a solucionar teniendo en cuenta el grave estado en el que se encuentra. Por lo tanto esta fuente de financiación debe ser revaluada.

El dirigente político, expresa que los estudios técnicos realizados por el consorcio L1, no son el centro de la discusión y aceptarse la recomendación que la construcción debe ser subterránea. En este sentido, y a manera de información, resalta que en los METROS más extensos del mundo son subterráneos y están localizados en Londres, Paris, Moscú, Madrid, Tokio, Seúl, New York, Montreal, Beijing y Hong Kong.

Por último, el concejal hace un llamado al Gobierno Nacional para que se de un tratamiento especial a la financiación de la Primera Línea del Metro para Bogotá, en razón a que del total de impuestos del país, Bogotá aporta cerca del 30%, por lo cual el compromiso de la nación debe reajustarse dando la posibilidad para que el Metro sea una realidad para la Capital de la República, ya que permite cubrir la demanda de pasajeros en aproximadamente 900 mil viajes diarios, aumenta la competitividad no solo de Bogotá sino también de la Nación, es amigable con el ambiente disminuyendo los niveles de CO2, y finalmente es un sistema de transporte eficiente en cuanto al consumo de energía y la ocupación del espacio público.