La ventana para la acción ante la crisis climática se esta cerrando. Y las medidas para tomar un curso que permitan abordar con eficacia el desafío global del cambio climático se están discutiendo en la COP 27, evento que se está llevando a cabo en Egipto.

Del 6 al 18 de noviembre, en Egipto, los países miembros que hacen parte de la Conferencia de las Partes se reúnen para lograr los objetivos climáticos colectivos del mundo, según lo acordado en el Acuerdo de París. En la ultima COP, celebrada en Gasglow, se ratificó que se está viviendo una década crítica en la que es imprescindible una mayor acción, así como el cumplimiento de los compromisos alcanzados. 

Es por ello, que la COP27, va a suponer un punto de inflexión en el enfoque de la agenda climática internacional. Por este motivo le corresponde el lema “Juntos para la Implementación” y será la COP de la acción. La versión 27 de la Conferencia de las Partes, se basará en los resultados de la COP26 para adoptar medidas en ciertas cuestiones esenciales para hacer frente a la emergencia climática, que incluyen desde la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático.

Colombia, como país miembro de la conferencia, tuvo una participación destacada; en la cual el presidente Gustavo Petro aseguró que la solución es un mundo sin petróleo y sin carbón, lo que obliga a encaminar a la transformación energética. Para ello estableció un decálogo de propuestas de acciones para enfrentar la crisis por que el tiempo ya se agotó.

DECÁLOGO

​1. La humanidad debe saber que si la política mundial no supera la crisis climática se extinguirá. Los tiempos de la extinción que vivimos deben empujarnos a actuar ya y globalmente como seres humanos con o sin permiso de los gobiernos. Es la hora de la movilización de la humanidad toda.

2. El mercado no es el mecanismo principal para superar la crisis climática. Es el mercado y la acumulación de capital quien la produjo y no serán jamás su remedio.

3. Solo es la planificación pública y global, multilateral, la que permite pasar a una economía descarbonizada mundial. La ONU debe ser el escenario de dicha planificación.

4. Es la política mundial, es decir la movilización de la humanidad la que corregirá el rumbo y no el acuerdo de tecnócratas influidos, muchos, por los intereses de las empresas del carbón, del petróleo y del gas.

5. Hay que salvar los pilares del clima del planeta, antes que nada. La selva amazónica es uno de cuatro existentes. Colombia otorgará USD 200 millones anualmente durante 20 años para salvar la Selva Amazónica. Esperamos el aporte mundial.

6. La crisis climática solo se supera si dejamos de consumir hidrocarburos. Es hora de desvalorizar la economía de los hidrocarburos con fechas definidas para su final y valorizar las ramas de la economía descarbonizada. La solución es un mundo sin petróleo y sin carbón.

7. Los tratados constitutivos de la OMC y el FMI van en contra de la solución de la crisis climática y por tanto se deben supeditar y reformar a los acuerdos de la COP y no al revés. Mientras mantengamos el actual tratado de la Organización Mundial de Comercio no avanzaremos, retrocederemos en la solución de la crisis climática y nos acercaremos cada vez más al final.

8. El FMI debe iniciar el programa de cambio de deuda por inversión en la adaptación y mitigación del cambio climático en todos los países en desarrollo del mundo. Las políticas de bloqueo económico hoy no favorecen la democracia y van en contra de los tiempos de la humanidad para actuar contra la crisis.

9. La banca privada y multilateral del mundo debe dejar de financiar la economía de los hidrocarburos.

10. De inmediato hay que iniciar las negociaciones de la paz. La guerra quita el tiempo, vital de la humanidad para evitar su extinción.

Es momento de actuar, los tiempos de establecer compromisos se agotaron. La crisis climática ya no da espera.