Mientras en el Concejo de Bogotá se realizaba debate del Metro para Bogotá, Peñalosa anunciaba la entrega de la renovación del Coliseo el Campín considerado como un hito en la arquitectura de la ciudad, pues fue diseñado estructuralmente por el ingeniero Guillermo González Zuleta que con esta obra ganó el Premio Nacional de Ingeniería en 1974. Ejecutó múltiples obras en Bogotá como el edificio UGI, las cubiertas de la capilla del Cantón Norte, del Gimnasio Moderno y el Hipódromo de Techo, además de otras ciudades colombianas donde diseñó las cubiertas de la Catedral Metropolitana de Barranquilla y la sala principal del aeropuerto de Cali. González Zuleta ha sido considerado como el gran maestro del diseño estructural de los estadios de nuestro país.

A través del contrato de concesión de uso especial de bienes públicos bajo el esquema de APP No. IDRD- APP- IP 001 de 2015, fue entregado al inversionista privado Colombiana de Escenarios S.A.S. consorcio integrado por Tu Boleta- Colombia y H.L.R GROUP – Chile, con el objetivo de realizar la renovación arquitectónica, actualización, operación y mantenimiento del Coliseo El Campín, durante 25 años (2 años en construcción y 23 de explotación económica). El costo total de la Asociación Público Privada –APP- fue de 70.000 millones de pesos que correspondían al CAPEX (costo directo de la obra) con un valor de 54.264 millones de pesos y los costos indirectos (preoperativos, licencias y servicios) por 15.736 millones de pesos.

De acuerdo con esto el Concejal Celio Nieves Herrera del Polo Democrático Alternativo, afirma que tres (3) de las obras que ejecutó el concesionario permiten afirmar que el objetivo de este contrato es dar garantías al privado para la obtención de grandes utilidades durante 23 años.

En primer lugar, se llevaron a cabo obras de rehabilitación del Coliseo Cubierto que consistió en hacer trabajos de reforzamiento estructural a través de pilotes, recalces en vigas, placas y columnas y rehabilitación de cables de cubierta, reemplazo de la teja de la cubierta, mampostería, obra negra y acabados. En resumen, se ha realizado un reforzamiento estructural a la misma infraestructura que tenía el distrito, sin ampliar la capacidad de aforo que en el año 2015 según respuesta a la proposición 004 del 18 de enero de 2015 formulada por Nieves Herrera era de 14.770 espectadores y que con la APP la capacidad del escenario según afirmaciones de la administración Peñalosa es de 14.000 espectadores lo que quiere decir que contrario a lo que se esperaba el aforo disminuyó.

La segunda obra ejecutada es la construcción de un edificio envolvente de altura de cuatro (4) pisos con un área construida aproximada de 8.850 m2 para servicios de alimentos y bebidas y servicios sanitarios, quiere decir que Colombiana de Escenarios tiene como objetivo principal la explotación económica en las nuevas zonas comerciales que es el cambio que tiene dicho escenario.

La tercera obra de este contrato es la construcción de un edificio de parqueaderos en tres (3) niveles de aproximadamente 10.133 m2, adosado al edificio envolvente y con capacidad para 330 cupos de estacionamiento. Significa, más zonas para que el concesionario explote durante los próximos 23 años

.En cuanto a la contraprestación pagada al Instituto Distrital de Recreación y Deporte –IDRD- será de solo un 2% de los ingresos brutos por concepto de explotación económica de la infraestructura, quiere decir que el 98% de los ingresos serán para el privado. Por otro lado, el IDRD o cualquier otra entidad distrital podrá hacer uso de la infraestructura solamente una (1) vez al mes.

Sumado a esto, con respecto a los beneficios anuales según los cálculos realizados por Colombiana de Escenarios que se pueden consultar en el informe de validación desarrollado por FINDETER, durante 23 años se percibirán por concepto de “acceso a eventos” $ 358.693 millones esto sin tener en cuenta los ingresos por la explotación económica de las zonas comerciales, mientras que el -IDRD- recibirá $ 8.598 millones.

Otro aspecto a considerar, es que no es aceptable que dicho escenario sea llamado “Arena Movistar” teniendo en cuenta que aunque tenga recursos privados es un bien público, aún no se entiende como en el proceso de presentación y validación del proyecto en el año 2015 era llamado “Arena Metropolitana El Campín” y se decide cambiar este nombre para hacerle propaganda a una de las grandes empresas de telefonía celular en un bien que es de Bogotá.

En cuanto a la construcción de la sede para la Orquesta Filarmónica de Bogotá -OFB- se celebra el Convenio Interadministrativo No. 1974 de 2014 por el IDRD, el Departamento Administrativo Defensoría del Espacio Público – DADEP- y la OFB donde el IDRD entregó un lote con un área de 9.450.5 m2, ubicado dentro de la Unidad Deportiva El Campin con el fin de llevar a cabo la construcción de la sede para la orquesta. En este sentido, dentro del contrato de la -APP- Colombiana de Escenarios S.A.S debió haber llegado a un acuerdo con la Orquesta Filarmónica para levar a cabo el proyecto. Sin embargo, en 2016 diversas entidades del Distrito involucradas en la construcción de la sede de la OFB en cabeza del gobierno Peñalosa concluyeron que no era conveniente el desarrollo de dicho proyecto dentro de esta localización por lo cual en junio de ese año el IDRD, el DADEP y la OFB suscribieron el acta de terminación y liquidación del convenio dando lugar a la devolución del lote al IDRD.

Dado que el proyecto de la filarmónica no se desarrollaría en el área complementaria, se realiza una modificación al contrato inicial a través del otro sí No. 1 del 06 de julio de 2016 autorizando al concesionario para realizar obras voluntarias las cuales no debían superar un monto de 4.000 millones de pesos entre las que se encuentraban: Una (1) Pista de Skate, Cuatro (4) canchas de fútbol 5, una (1) pista de trote y cicloruta, un punto de venta de alimentos y bebidas que apoye el funcionamiento de la zona, un área para exposiciones temporales. Estas obras voluntarias, representan más escenarios que serán administrados y explotados económicamente por el concesionario.

El cabildante Nieves Herrera afirma que tal y como lo ha venido manifestando a través de debates de control político realizados el 19 de enero de 2011 y el 25 de julio de 2015 Bogotá necesitaba no solo la intervención del Coliseo El Campín si no un complejo deportivo que incluya además de un escenario multipropósito moderno y seguro para más de 30.000 personas como lo requiere la ciudad, un centro recreo deportivo, un centro de convenciones y exposiciones, además de oficinas, locales comerciales y un hotel con el fin de hacer de este lugar la mejor área deportiva y cultural conocida como “Unidad Deportiva el Campín”, integrando este coliseo al estadio de fútbol, los campos de tenis, mejorando sus instalaciones y generando espacios públicos para la actividad recreativa de los bogotanos.

Esta breve exposición basta para comprender que el Distrito capital con recursos propios hubiera podido efectuar las anteriores infraestructuras y administrarlas desde lo público beneficiando a la ciudadanía bogotana sin tener que recurrir al esquema de Asociaciones Público privadas –APP- cuyo objetivo principal son la búsqueda de cuantiosos beneficios económicos para los privados.