La iniciativa del Gobierno Distrital debatida y aprobada en el Concejo de Bogotá tenía como objetivo incorporar nuevos recursos al presupuesto 2021 por un monto de $ 1 billón 679.549 millones y reorientar $ 255.548 millones que ya estaban en el presupuesto del año en vigencia. Esto con el fin de distribuirlos en dos grandes temas: en primer lugar, en la financiación de proyectos que contribuyen a disminuir la pobreza y fortalecer la reactivación económica; en Segundo lugar, sobre la financiación del déficit de Transmilenio S.A. principalmente el generado por la pandemia COVID-19.

Es importante resaltar que los recursos del primer grupo mencionado financiarán en el corto plazo programas y proyectos que impactarán de manera positiva, aunque insuficiente en temas tan importantes como: transferencias monetarias a hogares vulnerables, inversión en educación, generación de empleo, subsidio de vivienda, atención a la primera infancia y salud, razones importantes para haber dado el voto positivo, pero como se encuentran ligados en su totalidad con el mayor porcentaje de recursos para la operación de Transmilenio, el voto del Concejal Celio Nieves Herrera fue negativo.  

En total fueron aprobados $ 1 billón 935.097 millones de los cuales $ 1 billón 150.848 millones financiará la operación de Transmilenio. En este sentido, a pesar de que una parte importante de los recursos contribuirán al llamado Rescate Social, el concejal Celio Nieves Herrera afirmó: imposible comprometer el voto en la aprobación de la totalidad de los recursos puesto que allí se incluía lo solicitado para Transmilenio S.A.” y si bien es cierto, el déficit incrementó como consecuencia de la crisis generada por la pandemia COVID-19, es un problema evidenciado en gobiernos anteriores a los cuales en repetidas ocasiones se les hizo el llamado para que los contratos con los concesionarios privados sean renegociados con el fin  de obtener una redistribución más equitativa entre los privados y el Distrito, del total de los ingresos que entran al sistema producto de la Tarifa Usuario. Adicionalmente, dicha aprobación no resolverá el problema de fondo, puesto que el modelo de distribución de recursos continuará siendo el mismo. En este sentido, siendo el transporte público un servicio esencial para los ciudadanos, debe existir corresponsabilidad entre el Distrito, la Nación y los Concesionarios Privados para fijar condiciones equitativas que permitan el saneamiento financiero del Sistema de Transmilenio.  

Teniendo en cuenta que entre 2019 y 2020 el indicador de Pobreza Monetaria pasó de 27,2% a 40,1% evidenciando que de cada 10 ciudadanos 4 de ellos se encuentran en condición de pobreza, dichos recursos definitivamente hubieran podido generar un mayor impacto particularmente en los hogares pobres y vulnerables de la ciudad que continúan afectados por cuenta de la pandemia y la falta de oportunidades de empleo y generación de ingresos para el sustento diario. De acuerdo a la propuesta realizada en primer debate, la reorientación de buena parte de los recursos que pasan a la operación de Transmilenio, hubiesen podido fortalecer programas como: (i) Ingreso Mínimo Garantizado. (ii) Apoyo Alimentario (iii) Renta Básica de Emergencia Social (iv) empleo para jóvenes y mujeres (v) Educación –Reto a la U y formación para el trabajo (vi) Soluciones habitacionales (ix) e Iniciar progresivamente la implementación del Acuerdo 615 de 2015 “Tarifa Diferencial” beneficiando a 295.741 estudiantes de educación media. 

Por último, el concejal expresa que continuará insistiendo para que los programas y proyectos que contribuyen a disminuir la pobreza y fortalecer la reactivación económica obtengan mayores recursos en la discusión del presupuesto para Bogotá en 2022.